martes, 2 de noviembre de 2010

En nombre de los gatos




El nombre de los gatos es una cuestión delicada,
no es tan sólo uno de esos juegos para un día feriado;
ustedes pensarán que estoy loco como un sombrerero
cuando afirmo: un gato debe tener TRES NOMBRES DISTINTOS.
Primero, está el nombre que la familia emplea a diario,
como Pedro, Augusto, Alonso, Jaime,
como Víctor o Jonás, Jorge o Bill Baily,
todos ellos sensatos nombres cotidianos.
Si suponéis que suenan mejor, existen nombres más fantasiosos,
algunos para los caballeros, otros para las damas,
como Platón, Admeto, Electra, Deméter,
sensatos nombres cotidianos también estos.
Pero yo sostengo que un gato debe tener un nombre exclusivamente de él,
un nombre especial y más digno,
de otro modo, ¿cómo podría mantener erguida su cola,
o alardear de sus bigotes, o alimentar su orgullo?
Nombres de esa clase yo puedo sugerirles muchos
Mankustrap, Quaxo, o Coricopat,
Bombalurina, o bien Jellylorum,
nombres que nunca pertenecen a más de un gato.
Pero además de esos nombres todavía queda otro,
el nombre que jamás lograremos adivinar,
el nombre que ninguna búsqueda humana puede descubrir
pero que EL GATO CONOCE, aunque nunca habrá de confesarlo.
Cuando sorprendan a un gato en intensa meditación,
la causa, les advierto, es siempre la misma:
su mente está entregada a la contemplación
del pensamiento, del pensamiento, del pensamiento de su nombre,
su inefable, efable,
efinefable,
profundo e inescrutable Nombre único.

Versión de Alberto Girri
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The naming of cats
Thomas Stearns Eliot (Gran Bretaña, 1888-1965)

The Naming of Cats is a difficult matter,
It isn't just one of your holiday games;
You may think at first I'm as mad as a hatter
When I tell you, a cat must have THREE DIFFERENT NAMES.
First of all, there's the name that the family use daily,
Such as Peter, Augustus, Alonzo or James,
Such as Victor or Jonathan, George or Bill Bailey--
All of them sensible everyday names.
There are fancier names if you think they sound sweeter,
Some for the gentlemen, some for the dames:
Such as Plato, Admetus, Electra, Demeter--
But all of them sensible everyday names.
But I tell you, a cat needs a name that's particular,
A name that's peculiar, and more dignified,
Else how can he keep up his tail perpendicular,
Or spread out his whiskers, or cherish his pride?
Of names of this kind, I can give you a quorum,
Such as Munkustrap, Quaxo, or Coricopat,
Such as Bombalurina, or else Jellylorum-
Names that never belong to more than one cat.
But above and beyond there's still one name left over,
And that is the name that you never will guess;
The name that no human research can discover--
But THE CAT HIMSELF KNOWS, and will never confess.
When you notice a cat in profound meditation,
The reason, I tell you, is always the same:
His mind is engaged in a rapt contemplation
Of the thought, of the thought, of the thought of his name:
His ineffable effable
Effanineffable
Deep and inscrutable singular Name.

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