miércoles, 11 de agosto de 2010

Phedre

A Sarah Bernhardt

Qué vano y qué tedioso nuestro mundo ordinario parecerá
a alguien Como tú, que en Florencia
habrías conversado con Mirandola, o caminado
entre los frescos olivares de Academos:
habrías recogido cañas de la verde corriente
para la aguda flauta de Pan, pies de cabrito,
y tocado con las blancas niñas en el valle Feacio
donde el grave Odiseo de su profundo sueño despertara.

¡Ah!, en verdad, una urna de ática arcilla 4
guardó tu polvo pálido, y has venido otra vez
a este mundo ordinario, tedioso y vano,
fatigada de los días sin sol,
de campos rebosantes de asfódelos insípidos,
de labios sin amor, con que besan los hombres en el Infierno.


Oscar Wilde

No hay comentarios: